26 agosto 2013

El Estado como concesionario de soberanía


En el nefasto "Nuevo Orden Mundial" las decisiones son tomadas exclusivamente por el más inhumano mercantilismo mientras nuestras autoridades, auténticos charlatanes sin alma ni vergüenza, reducen nuestros derechos a la par que elevan impuestos y tasas, menoscabando de este modo el bienestar general y empobreciéndo la sociedad en su propio beneficio y en el de sus "padrinos" empresariales. 

¿Cómo pueden ampararse en la teoría del libre mercado para entregar cada vez menos y peores prestaciones a cambio impuestos cada vez más altos y desproporcionados?

Cuando por definición, el estado es justamente lo contrario del libre mercado: El estado [Este apoyado en la ideología que este apoyado] siempre es un monopolio absoluto en el ámbito de sus competencias, que por cierto y además, en cuanto aparece algo o alguien capaz de hacerle sombra o cuestionarlo, se encarga de destruirlo rápidamente; generalmente a mano armada.

Si los estados se reducen a meras entidades mercantiles, convirtiéndose en empresas que como única premisa deben ser rentables; en buena lógica tendrían que empezar a cobrar menores cuantías y por menos conceptos cuando, como ahora, están ofreciendo menos servicios y de peor calidad; tendrían pues que adaptarse a la situación real y reducir sus precios en la misma cuantía en que reducen sus prestaciones.

¿Porqué estos mercantilizados y deshumanizados estados no se rigen por las mismas leyes de mercado que usan para limitar nuestro bienestar?

En mi opinión la respuesta es obvia: Estas caricaturas de estados de derecho, son en realidad maliciosas y viles estafas pergeñadas por unas bandas de privilegiados que han aprovechado su posición de ventaja manifiesta para comprar a la "clase" política; una "clase" que por cierto, nos ha traicionando a todos por unas cuantas monedas.

Se supone que en el mercado libre las cosas deberían ser así:

Produces productos y/o servicios muy buenos; entonces tienes más éxito y puedes rentabilizar mejor tu esfuerzo.

Produces productos y/o servicios insatisfactorios o malos; entonces fracasas y para subsistir debes reducir precios. 

Pero, en la estafa global que sufrimos, las cosas resultan ser así:

Los estados [Meras marionetas en manos de grandes empresarios] aprovechan su posición de monopolio para proporcionar cada vez menos y peores servicios, a cambio una carga impositiva cada vez más grande y desmesurada que, por cierto, ahoga las posibilidades de prosperidad de la población y que a largo plazo, ahogara a estos mismos estados.

Si sus mafiosas actividades se rigieran por las "leyes de mercado" que esta reducida "élite" de desalmados mercanchifles nos imponen a los demás; estas obsoletas concesionarias de soberanía estarían desde hace tiempo en concurso de acreedores y con todos sus "ejecutivos" [Políticos] en la cárcel por estafa a sus "accionistas" [Ciudadanos].

Mercado puro y duro... ¿Pero sin competencia real y sin más limite que la buena voluntad del empresario?

Es como si nos dijeran que los empresarios de la sanidad privada no quieren entrar en la sanidad publica forrarse [Ganar dinero a espuertas], si no para que la sanidad funcione mejor... lo han dicho ya y contra lo que pudiera parecer, no era precisamente un chiste.

Es muy llamativo que la gran mayoría de los sistemas penales se basen precisamente en el argumento jurídico de que: "Si el delito sale gratis, tendera a repetirse". Pero que sin embargo a la hora de medrar y enriquecerse ellos mismos, los poderosos y sus títeres [Políticos] nos vendan la no intervención y la no regulación de los mercados como la panacea que resolverá todos los problemas y proporcionara bienestar y progreso a la sociedad.

La no regulación de los mercados bursátiles viene a ser como si eliminásemos las penas de cárcel de los violadores; para "tratar" de evitar que se produzcan violaciones [Seguramente los violadores, como los empresarios, están muy de acuerdo con este tipo de medidas]; es probable que así se evitaran gran cantidad de condenas por violación; pero lo que es seguro es que así nunca se evitaran los crímenes sexuales, es más, "puede" que su numero se incrementase.

En términos de mercado puro, lo que estamos padeciendo es una estafa perpetrada por monopolios armados que redactan las reglas del juego a conveniencia propia y ante los cuales no hay alternativa y por tanto que no se rigen por las "leyes de la libre competencia" ya que no tienen ni pueden esperar competencia alguna gracias a sus propias leyes que calificarían esa "competencia" como delito; son pues monopolios a todos los efectos; unos monopolios que, como todos los negocios sucios, son dirigidos por la más desalmada y rastrera "clase empresarial"; una "clase empresarial" que hace gala de una forma tan retorcida sucia y cruel de hacer negocios, que para perpetrarla tiene que inventarse falsas crisis, recesiones de conveniencia y armas de destrucción masiva.

Son crisis que no están basadas en el agotamiento de materias primas o en catástrofes naturales o en cualquier otra causa real; si no en patéticas y artificiales "crisis" de confianza, "crisis" que tienen su origen y desarrollo en el onírico e irreal mundo de la "confianza de los mercados", un teatrillo subvencionado y manipulado por empresarios caníbales que deciden cuando y donde se pasara hambre; un teatrillo donde las mismas marionetas [Políticos] de siempre recitan su guión prefijado sin apenas llegar a comprender lo que sus amos les hacen decir.

El advenimiento de la democracia moderna en Europa fue, en gran parte, gracias al uso de la guillotina como método para "cortar" los abusos de los poderosos


Si lo piensan fríamente, el numero de bajas que produciría este método [De muy alta y contrastada eficacia] seria irrisorio en comparación con el numero de bajas producidas por la masacre caníbal que padecemos actualmente.

Capitalismo Caníbal, la globalización de la esclavitud
Carta póstuma de Dimitris Christoulasanibal