04 abril 2017

LAS MANZANAS PODRIDAS DE LA POLICÍA Y LA GUARDIA CIVIL


Texto original de: Javier Martín Arrollo.  

En la última década 421 agentes han sido expulsados de las fuerzas de seguridad por cometer delitos. Las asociaciones critican la desigualdad de las sanciones.

El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil tienen manzanas podridas. En la última década, el instituto armado ha expulsado a 315 agentes, el triple que el otro cuerpo (106), pese a que sus plantillas son bastante similares (65.287 policías y 77.427 guardias civiles). Entre los delitos cometidos por estos agentes díscolos hay asesinatos, homicidios y secuestros. Pero también tráfico de drogas, cohecho y violencia machista “muy grave”, según los datos que han ofrecido los dos cuerpos al portal de transparencia.

Las razones de la disparidad entre ambas instituciones están en la dureza de los regímenes disciplinarios –más estricto el del instituto armado-, además de la soledad que sufren los guardias en las zonas rurales, que provoca comportamientos impropios ante la sensación de impunidad por la escasa vigilancia de los mandos superiores, según denuncian las asociaciones de guardias civiles.

Además, sobre la policía, José María Benito, del sindicato UFP, explica: “En la época de Zapatero se crearon 5.000 plazas todos los años y no hubo los controles necesarios. Se coló gente de todo tipo, muy buena y algún chorizo. Coincidió con el bum inmobiliario y la gente ganaba más alicatando”. Ramón Cosió, portavoz del SUP, incide: “106 expulsados son muchos, sobre todo al comparar con el resto de funcionarios. Eso sí, un cambio de impresiones acalorado con un jefe puede ser motivo de sanción”, critica.

EN LOS NOVENTA LOS CONTROLES SE RELAJARON, AFIRMA UN SINDICALISTA.
LOS REGÍMENES DISCIPLINARIOS SON DIFERENTES EN AMBAS INSTITUCIONES.
ENTRE LOS DELITOS DE LOS AGENTES HAY ASESINATOS Y TRAFICO DE DROGAS.

Lo ejemplifica el siguiente caso de hace una década: A las puertas del centro de promoción de Carabanchel (Madrid), donde hace una década se celebraban las pruebas de acceso al Cuerpo Nacional de Policía, se paró un furgón del que salió un tipo esposado y custodiado por dos guardias civiles. Era uno de los miles de aspirantes a policía, que cumplía prisión en Granada, y al que un juez había dado permiso para realizar las pruebas. Acabó el examen y regresó a su celda.

“Hemos históricamente que el Código Militar no se nos aplique en funciones policiales. Denuncia Juan Fernández, portavoz de AUGG, la asociación mayoritaria en el instituto armado. Fernández estima que padecen “un régimen mucho más severo en un cuerpo tan castrense”.

En la relación de mandos apartados por la Policía desde 2006 destaca un comisario principal –máxima categoría en la escala de mandos-, Mauricio Moya, que fue apartado por acoso sexual a una subordinada en 2006. Un año después, un inspector jefe abandonó el puesto por un delito de detención ilegal y secuestro. En 2014 y 2015 tres inspectores incurrieron en tráfico de drogas, malversación y estafa.

En su estadística, la Guardia Civil no da los galones de sus mandos y miembros de la escala básica apartados del servicio, y se limita a informar de que las expulsiones han descendido en los últimos años. Si entre 2006 y 2010 abandonaron el Instituto 197 agentes, solo 118 efectivos lo hicieron entre 2011 y 2015.

FALTAS EN ACTO DE SERVICIO
Y si las expulsiones ofrecen un buen termómetro sobre la ética de los agentes y la salud del cuerpo, casi mejor medidor son las faltas graves y muy graves que cometen en acto de servicio los 142.714 miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. Y ahí el salto entre los castigos que asumen los guardias civiles y los policías se dispara hasta multiplicarse por cuatro. Entre 2007 y 2016 las sanciones por faltas graves (suspensión de uno a tres meses) o muy graves (separación del servicio desde los tres meses hasta definitiva) en el  instituto armado ascendieron a 7.012, mientras que en la Policía, entre 2006 y 2015 se limitaron a 1.659.

Desde 2007, la Guardia Civil registró 8.639 faltas leves (suspensión de uno a cuatro días), mientras que la Policía no las contabiliza, al no ser elevadas desde las comisarias repartidas por núcleos urbanos de todo el país hasta la Dirección General ubicada en Madrid.

En la policía, entre los motivos para las faltas graves y muy graves destacan la falta de obediencia a los superiores, consumir drogas de forma habitual y el extravío del arma reglamentaria, lesiones graves y cohechos.

Sobre las manzanas podridas, un portavoz policial apunta: “Es la propia institución la primera interesada en erradicar cualquier conducta irregular de sus miembros y por eso tiene articulados mecanismos internos de autocontrol, con una brigada específica, para evitar y sancionar este tipo de actos”.

Después de años de relativa sequía, Interior ha recuperado las convocatorias masivas para la Policía y la Guardia Civil con 4.300 plazas. “A partir de ahora espero que no cometamos los mismos errores, porque los delitos y temas de agentes expulsados son más graves que en los años noventa”, resume un sindicalista que pide el anonimato.


Texto original de: JAVIER MARTÍN ARROYO. Sevilla. [Publicado el 20/03/2017 en la sección España de la edición impresa del periódico El País]. 

18 febrero 2017

PePerismo

De la mar el mero y de la corrupción el PePero 


“Argumentar” que en todos los partidos existen corruptos, teniendo como tienen, ex-ministras ex–subsecretarios de Estado, presidentes de autonomías y ex-tesoreros en el banquillo de los acusados, además de algunos relevantes dirigentes del partido en prisión preventiva, más que una falacia es un escarnio; en la liga participan muchos equipos, pero solo uno de ellos puede proclamarse campeón y en el caso de la corrupción el Partido Popular es ganador por goleada y por méritos propios se convierte en el campeón indiscutible, pues no solo tiene el mayor porcentaje de corrutos “encausados”, si no que también ha venido financiando sus campañas electorales con dineros provenientes del saqueos de lo público y sobornos de la patronal.

“Argumentar” que la corrupción es consustancial al ser humano o que la gran patronal les “regala” grandes sumas de dinero de forma desinteresada; tras haber conseguido escaños y mayorías absolutas a base de ese dinero negro, más que el típico pretexto de un embaucador prepotente y descarado es un claro insulto a la inteligencia de los ciudadanos. 


“Argumentar” que el Partido Popular lucha contra la corrupción, cuando en realidad el Partido Popular está sentado en el banquillo de los acusados por lucro personal de sus dirigentes y por la financiación irregular de sus campañas electorales mediante dineros provenientes de actividades delictivas [Como son la evasión de impuestos y la adjudicación fraudulenta a cambio de sobornos]; es la típica desfachatez del que firma los nombramientos de jueces y fiscales, la típica y prepotente grosería del que los puede “dimitir” a cualquier miembro de la judicatura cuando le convenga y por tanto; es la demostración, negro sobre blanco, de la naturaleza corrupta del Partido Popular.

“Argumentar” que lo de “El Rato” [ex-subsecretario económico de Gobierno] en Bankia, lo de “El Blasco” y “La Milagrosa Perla” en la Comunidad Valenciana, lo de “La Rita” en el ayuntamiento de Valencia, lo de “El Granados” en la Comunidad de Madrid, lo de la “La Mato”, [ex-ministra del Gobierno Rajoy] o lo de “El Matas” [Ex-presidente balear] no tiene nada que ver con los saneados patrimonios de los dirigentes del Partido Popular ni con sus ostentosas campañas electorales; es como afirmar que las nubes no tienen nada que ver con la lluvia.

Lo cierto es que la corrupción es al Partido Popular, lo mismo que la harina es a la panadería y que, hoy por hoy, la única diferencia tangible entre el franquismo y el PePerismo es que antes nos humillaban saqueaban apaleaban y fusilaban... y ahora solo nos humillan apalean y saquean.


PD: Llama mucho la atención que un partido que se llama a sí mismo “Popular” use el término “populista” para menospreciar y descalificar a sus rivales políticos ¿Desfachatez o provocación? Yo creo que ni lo uno ni lo otro; más bien parece otra bobada sin sentido del estilo del desternillante “finiquito en diferido”. 

09 febrero 2017

Los Santos Consumidores y la Mafia Hidroeléctrica


Las últimas noticias sobre la termonuclear de Garoña vienen a desvelar los motivos de las recientes, desorbitadas y dolosas subidas del precio de kilovatio; la Ibérica Mafia Hidroeléctrica necesita la reconcentración de la producción eléctrica para así mantener intacto su nefasto y obsoleto monopolio del kilovatio, que desde los tiempos preconstitucionales viene desangra los bolsillos de los patrióticos y muy avispados santos consumidores españoles. 

Resulta sorprendente que las mismas compañías de distribución eléctrica que quieren poner en marcha la más antigua y obsoleta planta nuclear de Europa sean incapaces de garantizar el servicio que prestan, [Verbigracia: Unos 14 apagones durante la tarde del 15/01/2017 en un barrio de Alicante] después de haber estado cobrando un sobrecoste abusivo* durante años, un sobrecoste que fue implantado con la excusa de resarcir unas supuestas y previas perdidas que según alegaban, les impedirían hacer frente a los costes de mantenimiento y modernización de la red, perdidas que son anteriores a la entrada de los actuales propietarios, que compraron libremente y a precio de saldo una infraestructura, estratégica y necesaria que ahora se cae a pedazos por la ausencia de inversiones. 

¿Dónde están los dineros que deberían haber dedicado a las inversiones supuestamente necesarias para garantizar el suministro eléctrico? 

Sin duda, esos dineros están ahora en los bolsillos de los ejecutivos de dichas empresas; los políticos les regalaron la red y ahora también les “regalan” su mantenimiento; y por partida doble, una vez por el mantenimiento que cobran por un supuesto déficit de antes de que adquirieran la red, y la otra por el que no realizan ahora que ya es suya, mantenimiento e inversiones que no se realizó en su día y que ahora tampoco realizan, pero que sin embargo aparece reflejado en cada factura eléctrica; se cobra el actual y lógico mantenimiento, que no se realiza, y también el anterior, que tampoco, ahorrándose inversiones y gastos necesarios y haciendo que el consumidor page una deuda ficticia, mientras “disfruta” los apagones de una red privatizada y obsoleta. 

*El llamado “déficit de tarifa” es como si yo le dijera al Gobierno que en virtud del “déficit de prestaciones sociales”: “Hace más de 20 años fui al dentista y la Seguridad Social no me pagó los implantes como mí me hubiera gustado y por tanto ahora, el Estado me tiene que abonar la diferencia”.

wikipedia: Central nuclear Santa María de Garoña